Nuevo perfil del bibliotecario
En las intervenciones anteriores hemos presentado ideas de la necesidad de cooperación bibliotecaria, de redes de información (aún nos falta mucho por presentar), pero no hemos hablado del perfil y las actitudes que requiere el profesional de la información moderno, para administrar efectivamente un centro de información.
Haremos aquí ese ejercicio, pues a nuestro entender, del recurso humano depende y parte el éxito o fracaso de cualquier empresa. Veamos que expresan algunos expertos antes de presentar nuestra opinión personal. ¿De qué hablamos al referirnos al perfil profesional?...
De acuerdo a Frida Díaz (1990) "es la descripción de las características que requiere un profesional para abarcar y solucionar necesidades".
En SEDIC 2004, los bibliotecarios y documentalistas españoles acordaron que el profesional de la información debe reunir capacidades, aptitudes, comportamientos y características fundamentadas en unas competencias básicas que son:
- Facilidad para tener o entablar relaciones con otras personas
- Saber buscar
- Saber analizar
- Saber comunicar (en el sentido de trasmitir información)
- Saber gestionar (recursos, colecciones, etc.)
- Saber organizar (sistemas, servicios, actividades, etc.)
Para Muñoz Cruz, (1998): "El gestor de información se ocupará de la planificación estratégica y la coordinación de todos los recursos relacionados con la información y participará en el diseño e implantación del sistema de información de la organización, a través de la coordinación de todos aquellos departamentos que manejan información."Nuestra opinión personal es que el rol del bibliotecario se hace cada día más importante y fundamental en todos los centros de información, sin importar niveles académicos, o que la biblioteca sea pública, privada o especializada; el especialista de la información es el instrumento, el mediador, el catalizador que debe poseer las habilidades necesarias, junto con prepación académica y aptitudes de servicio para que cierre la brecha entre las necesidades del usuario y el torrente de recursos (incluyendo las nuevas tecnologías) de información disponible hoy en día.Referencias:Frida Diaz Barriga, E.(1990)" El diseño curricular para la Educación Superior". México : Editorial Trillas.Niveles de cualificación de los profesionales europeos de la información y documentación. SEDIC 2004. Accedido el 7 de enero del 2007. Disponible en http://www.certidoc.net/es/euref2-espanol.pdfNormas para el servicio bibliotecario en Instituciones de Enseñanza Superior y de Investigación. Accedido el 8 de enero del 2007. Disponible en http://dzibanche.biblos.uqroo.mx/normas_abiesi.htm Pinedo, J.M. "El nuevo perfil profesional del bibliotecario frente al nuevo milenio". Accedido el 8 de enero del 2007, disponible en http://www.monografias.com/trabajos11/elnueper/elnueper.shtml
Felíz Año
A todos mis compañeros bibliotecarios y a todos aquellos interesados en el campo, felicitaciones y los mejores deseos para un 2007 próspero y felíz tanto a nivel personal como profesional.
Como idea "loca", se me ocurre que un año nuevo es como el tema que trabajamos en este espacio: UNA OPORTUNIDAD PARA CAMBIAR PARADIGMAS Y TRABAJAR CON IDEAS FRESCAS Y NUEVAS.
En próximos intervenciones seguiremos intentando presentarles porque considero positivo y necesario que intentemos modificar viejas estructuras. Hasta pronto...
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Hagamos un poco de historia
En esta intervención, comenzaremos a repasar conceptos tradicionales.
Una biblioteca es una institución que guarda, custodia y conserva los libros (Buonocore, 1963). Costa (1943) nos habla de una colección mayor o menor de obras seleccionadas para la divulgación de la cultura, estudio o recreo. Carrión Gutiéz a su vez, define la biblioteca como la colección de libros debidamente organizada para su uso (esta es una definición breve y clara).
En cuanto a instituciones, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la biblioteca es el local donde se conserva una colección de libros debidamente ordenados y dispuestos para su lectura; la UNESCO define a la biblioteca como la colección organizada de libros impresos, revistas y otros materiales gráficos (audiovisuales, etc.) con un personal correspondiente para facilitar servicios a los usuarios según sus necesidades de información, investigación, educación y esparcimiento.La definición que ALA (American Library Asociation) ofrece es que la biblioteca es la colección de material de información organizada para que pueda acceder a ella un grupo de usuarios. Tiene personal encargado de los servicios y programas relacionados con las necesidades de información de los lectores.
En mi opinión todas estas definiciones suenan restrictivas, limitantes y cerradas.
Las necesidades de la sociedad moderna en cuanto a la comunicación del conocimiento y de la información, descansan en el dinamismo que sepamos impartir a centros sin fronteras. Estoy mas de acuerdo con Sánchez y Vega (2002) citando a Miguel A. Rendom (teórico de Bibliotecología y Ciencias de la Información) cuando nos dice que una biblioteca es agente de proceso de comunicación social, donde “los autores encuentran a sus lectores” en un espacio donde se crean las condiciones para satisfacer las necesidades informativas.
En una próxima ocasión continuaremos hablando de las funciones tradicionales del bibliotecario.
Referencias:
Buonocore, D. (1963). Diccionario de bibliotecología. Santa Fe: Castellví.
Carrión Gutiéz, M. (1988). Manual de Bibliotecas. Madrid: Pirámide, D.L.
Costa J.(1943) Elementos de biblioteconomía. Portugal: Livrararia Tavares Martins.
Sánchez Díaz, M. y Vega Valdés J. (2002). Bibliotecas electrónicas, digitales y virtuales:
tres entidades por definir. ACIMED, 10, accedido 8 de diciembre, 2006, de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024- 94352002000600005&lng=es&nrm=iso&tlng=es
Informe Mundial de la UNESCO. París: accedido 8 de diciembre, 2006, disponible en
http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf
¿Qué significa cooperar?
Antes de continuar adentrándonos en la discusión de redes y consorcios biblioteacrios, entendamos primero el significado del concepto de la cooperación en el campo laboral.
Semisa (1988) nos dice y citamos: “Una cooperativa de trabajo es una fuente de producción o de prestación de servicios, gobernada, administrada y desarrollada únicamente por sus asociados, trabajadores, obreros, técnicos, administrativos o profesionales, todos con los mismos derechos y obligaciones".
Simonetti (2004) añade que "las cooperativas se cimientan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad".
En el Congreso de la Alianza Cooperativa Internacional en Manchester, se aprobó una declaración el 23 de septiembre de 1995 que contiene una lista de siete principios básicos. Su relación con la esencia de la colaboración bibliotecaria es evidente. Estos son:
1.ASOCIACIÓN VOLUNTARIA Y ABIERTA
2.CONTROL DEMOCRÁTICO POR LOS SOCIOS
3.PARTICIPACIÓN ECONÓMICA DE LOS SOCIOS
4.AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA
5.EDUCACIÓN, CAPACITACIÓN E INFORMACIÓN
6.COOPERACIÓN ENTRE COOPERATIVAS
7.PREOCUPACIÓN POR LA COMUNIDAD
Podemos concluir que el modelo cooperativo es una estructura organizacional que responde a las necesidades reales y prácticas de nuestras bibliotecas, inmersa en al mundo de la globalización y la conciencia compartida.
Se persigue el bien de todos, objetivos comunes, compromiso con la comunidad (en este caso servicio y necesidades de los usuarios) y la contribución económica equitativa. Si a esto añadimos que las nuevas tecnologías proporcionan la oportunidad de intercambio casi ilimitado de información, eliminando las barreras de tiempo y espacio, obtendremos la solución perfecta para posicionar a los modernos centros de información, que de forma individual pasarían desapercibidos, pero que vistos en conjunto y actuando como grupo adquieren fuerza, poder y pertinencia social y cultural.
“Los frutos del trabajo compartido son mayores que cuando se trabaja individualmente”
(Castillo Vidal, 2000)
Nota de Interés: Existe un catálogo manuscrito que data del siglo XIII, de lo que parece ser el primer esfuerzo cooperativo entre 138 bibliotecas monásticas de Inglaterra y Escocia. (Ruiz Rivera, 2002)Referencias:
ACI (Alianza Cooperativa Internacional) (1995). La regla de oro del cooperativismo, Declaración sobre la Identidad Cooperativa, XXXI
Congreso ACI, Manchester.
Castillo, Jesus (2002). El trabajo colaborativo a través de internet con Bscw. Accedido el 1 de diciembre, 2006, de Redes Temáticas-
Red Iris. Disponible en
http://www.rediris.es/cvu/publ/bscw99.htmlde Benito, Barbara (2002). Redes y trabajo colaborativo entre profesores. Accedido el 30 de noviembre, 2006, de Redes y trabajos
colaborativos. Disponible en
http://www.monografias.com/trabajos16/cooperativa-de-trabajo/cooperativa-de-trabajo.shtmlRuiz Rivera, Leticia (2002). La cooperación bibliotecaria: un reto a vencer. IV Encuentro de Bibliotecarios Teológicos. Accedido el 29 de
noviembre, 2006. Disponible en
http://www.ibiblio.org/rlit/noticias/encuent4/Leticia_La_Coop.pdfSEMISA, Domingo (1988)
“Manual de Cooperativas de Trabajo”. Argentina: Ediciones Intercoop.
Simonetti, Nieves Ester (2004). Las cooperativas de trabajo. Accedido el 30 de noviembre, 2006. Disponible en
http://www.monografias.com/trabajos16/cooperativa-de-trabajo/cooperativa-de-trabajo.shtml
COOPERACION Y REDES DE INFORMACION
COOPERACION Y REDES DE INFORMACION
Definamos "consorcios bibliotecarios" y "redes de información"
Aunque estos dos términos podrían considerarse sinónimos, en realidad no lo son.
Las redes de información estan constituídas por una estructura tecnológica que requiere un campo físico (computadoras, alambrado, configuración del sistema, etc.), campo eléctrico y el campo lógico (cómo se trata la información que se compartirá).
Hay redes internas (dentro de una institución) o externas (si nos conectamos con otras instituciones que pueden ser locales, nacionales o internacionales) por medio del Internet (Suárez, 2006). En una próxima ocasión hablaremos de los posibles diseños de estas redes y sus razones.
Los consorcios en cambio, son instrumentos legales, acuerdos de cooperación entre varias bibliotecas para llevar la idea de compartir información un paso más alla. Decimos entonces, que al crear este tipo de asociación se trabaja con acuerdos de ayuda mutua que serán delimitados por contrato y que tendrán carácter mandatorio para las partes (Gómez Hernández 2002).
Seguiremos informando, en una próxima ocasión.
Referencias:
Gómez Hernández, Jose A..(2002). La cooperación bibliotecaria. Accedido
el 1 de noviembre, 2006 de
http://gti1.edu.um.es:8080/jgomez/bibgen/GENERAL03.PDFSuárez Vélez, Ivis (2006). Las redes informáticas. Accedida 22 de noviembre, 2006 en
http://www.monografias.com/trabajos40/redes-informaticas/redes-informaticas.shtml
Solo o acompañado?
La Enciclopedia Espasa Calpe define el término cooperación como "ayuda o auxilio que se presta para el logro de alguna cosa. Acción simultanéa de dos o más agentes que obran juntos y producen un mismo e idéntico efecto".Desde siempre, los lazos creados para establecer relaciones entre las bibliotecas, han tenido como finalidad la ayuda mutua, con el supuesto de equidad, en términos de la responsabilidad de las aportaciones individuales.Satisfacer las necesidades de información de los usuarios, aumentar la eficacia, agilizar los servicios, compartir recursos, abaratando costos y maximizando el rendimiento de presupuestos limitados, eran las bases de esta cooperación que en su concepto actual surge en los años 60.El innegable avance de la tecnología digital y el uso extenso del Internet, han cambiado y trastocado estos principios. La biblioteca perdió los límites físicos del edificio, al crearse las bibliotecas virtuales y del mismo modo, el libro se liberó del soporte impreso, con el nacimiento de los documentos virtuales.
La cooperación bibliotecaria, las redes de información adquieren también otra dimensión y de eso trataremos en este espacio.